Vargas Llosa ya no baja más a la catedral

Mario Vargas Llosa ha muerto. Y, como buen personaje suyo, es probable que lo haya hecho sin cerrar del todo la frase.​ Nadie nos avisó con tiempo, pero eso le habría disgustado. Era de los que preferían perder amistades antes que perder una coma.

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Quedan sus libros -algunos más vivos que su mirada, otros que envejecieron con dignidad, como ese traje de escritor europeo que tanto le gustaba usar en las ferias-.​ 

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Y queda la pregunta que Zavalita nunca terminó de responder: 

¿En qué momento se jodió el Perú?

​Años después seguimos sin saberlo. Pero al menos sabemos que el que lo preguntó con más estilo ya no está tomando café con Ambrosio.

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Ironías de la vida -diría Porcela-: el gran cronista de la decadencia murió justo cuando todo parecía definitivamente desencuadernado.

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Aunque entre nos, querido lector, yo creo que no ha muerto.

Solo ha cambiado de narrador.

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JMegido

#VargasLlosa #LiteraturaViva #NarradoresInquietos

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